Llega el momento de presupuestar un servicio al cliente. Por fin, tras todo el esfuerzo de captación, artículos, vídeos, contenidos, publicaciones y reuniones… ya estás a las puertas de ver el cash.
Pero, antes de enviar ese presupuesto, ten algo en cuenta: este es un momento clave para cerrar un cliente para (casi) toda la vida. Hay algo sencillo que puedes añadir a esa propuesta para tener la puerta abierta del cliente durante mucho más tiempo que la duración del “clásico servicio”.
¿Qué es? ¿Qué puedes hacer? ¿Y qué riesgos y beneficios tiene esta idea? Te lo cuento en el episodio del pódcast.