Cuando nos sentamos a planificar un proyecto, sin importar si es un lanzamiento, un trabajo para un cliente o hacernos la web, siempre tendemos a ser optimistas.
Creemos que nuestros recursos, habilidades y gestión es mejor que la de los demás, que somos más rápidos, más listos, más… ¿todo? Y luego nos llevamos una hostia.
¿Cómo podemos evitar este error? ¿Cómo ser más realistas sin destruir el optimismo que cualquier proyecto necesita? Daniel Kahneman tiene la solución y te la cuento en este episodio.
A la hora de establecer precios, todos nos volvemos locos: ¿copio a la competencia? ¿Lo pongo barato para comenzar a conseguir clientes? ¿Lo pongo supercaro para posicionarme y ser el p*** amo?
Ninguna respuesta es correcta. No somos iguales, no partimos de la misma situación ni tenemos las mismas condiciones al comienzo de la “partida”. Por eso mi respuesta y reflexión no va a ser un sistema para establecer precios, sino una metodología para que tú pongas el que quieras.
Escucha o mira este episodio y descubre cómo hacerlo.
Te das de alta como autónomo o freelance, comienzas a trabajar con clientes, el dinero entra y sale… pero no sabes muy bien cómo gestionar todo esto.
Demasiados problemas y oportunidades para una limitada cantidad de tiempo, presupuesto y experiencia.
¿Mi consejo? Adopta la mentalidad de empresa aunque estés solo o sola siguiendo los consejos de este episodio. Te prepararás para escalar o, aunque jamás contrates a nadie, trabajarás de forma mucho más eficiente.
Cuando llevas un tiempo en el mercado, has trabajado con diferentes tipos de clientes, tienes buenas (y malas) experiencias e incluso puedes elegir con quién trabajar… ¿cómo puedes saber quién es tu cliente ideal?
Es decir, ¿quién es esa persona o marca con la que encajarías como anillo al dedo y podrías trabajar durante años? ¿Hay forma de acertar o es pura suerte?
En este episodio te cuento cómo lo hago yo, qué recomiendo cuando me hacen esta pregunta y cómo detectar al cliente ideal con mucha más facilidad, siempre que hayas tenido experiencias previas.
Si hay algo en común en (casi) todas las promociones es que usan, o intentan usar, la escasez: quedan pocas plazas, pocas unidades, poco tiempo… La limitación temporal o unitaria siempre empuja a comprar.
Pero… ¿eso siempre funciona así? ¿Hay que usarlo obligatoriamente? ¿La escasez es el gatillo mental o principio a utilizar siempre sí o sí para vender? ¿Da igual lo que vendas? Por supuesto que no.
Hablemos sobre ello, qué tipo de cliente atrae, cómo puede volverse en tu contra, cuándo usarlo y cuándo no hacerlo.