Llega el momento de presupuestar un servicio al cliente. Por fin, tras todo el esfuerzo de captación, artículos, vídeos, contenidos, publicaciones y reuniones… ya estás a las puertas de ver el cash.
Pero, antes de enviar ese presupuesto, ten algo en cuenta: este es un momento clave para cerrar un cliente para (casi) toda la vida. Hay algo sencillo que puedes añadir a esa propuesta para tener la puerta abierta del cliente durante mucho más tiempo que la duración del “clásico servicio”.
¿Qué es? ¿Qué puedes hacer? ¿Y qué riesgos y beneficios tiene esta idea? Te lo cuento en el episodio del pódcast.
Uno de los temas más recurrentes que se “piden” en el pódcast es responder a esta pregunta: “Javi, ¿cómo te organizas? ¿Qué haces en tu día a día?”. Muy bien, vamos a responderlo.
Lo más triste es que, una vez escuches o veas el episodio, te darás cuenta de que sigo un sistema muy simple. Un sistema que he ¿pulido? tras pasar por muchos otros, recibir consejos de más gente de la que recuerdo e intentarlo… todo.
Cada lanzamiento pasa lo mismo: abres carrito, vendes un poco y luego… la “nada” hasta los dos últimos días.
Añades bonus, incentivos para comprar pronto y diferentes estrategias para no estar mordiéndote las uñas hasta el último momento, pero nada… La gente sigue comprando al final.
En ese momento te haces la misma pregunta que me trasladaron tras ver la clase Happy Ending: “Javi, ¿qué sentido tiene enviar correos antes? Abro carrito, mando unos emails y luego el día de cierre hago mi Happy Ending. Así ahorro trabajo”.
Es una pregunta interesante y abre un debate sobre por qué una promoción debe durar más o menos o la motivación que lleva a escribir más emails y no dejarlo todo para el final.
Si quieres saber mi respuesta, ya sabes… dale al play.
Un post. Un vídeo para YouTube. Un email. Una publicación en Instagram. ¡Ah! Y un reel para TikTok, Instagram y de paso un short también para YouTube.
¿De dónde se saca tiempo para hacer todo esto? ¿Cómo se puede hacer sin un equipo que lo haga todo por ti? ¿Es posible? Sí y no.
Hay una forma de optimizar la creación de contenido o de vender este servicio a un cliente al que puedes salvarle la vida…
Y te lo cuento en este episodio.